Fin de semana extremo

24 de Julio de 2010

Viernes, se sabía que llegarían más turistas a Jalcomulco, muchos otros hoteles estaban en lleno total. “La villa” por su parte desde muy temprano recibió huéspedes en sus 16 habitaciones, dobles o cuádruples, todas estaban reservadas. Mientras nosotras observábamos desde la sala que iban llegando para pedir su llave e instalarse.

Familias completas pero lo que dominaba eran los grupos de jóvenes, varios grupos de jóvenes que tenían preparado un fin de semana de aventura en Jalcomulco, Veracruz.

Para las 11 de la mañana ya todas las habitaciones estaban ocupadas, un grupo de familiares ya habían ido de nuevo al río, a una zona donde casi no se acostumbra a descender pero que resulta muy interesante ya que las olas tienen diferentes movimientos, y el color del agua es cristalino.

Para las 11 de la mañana ya todos estaban en el hotel ocupando sus habitaciones, algunos dándose un baño, quizás en la alberca. Otro comían los aperitivos que están en la barra del café, también miraban la televisión, usaban las computadoras, ocupaban los sillones, las mesas, las sillas, la barra en el bar, escuchaban música, platicaban en las mesas de jardín, reposaban en los camastros, en las hamacas, en los cuartos, etc.

Todo el hotel estaba lleno, las cocineras terminaron de hacer el desayuno para empezar a preparar la comida, varios platillos como de costumbre, bebidas naturales, todo preparado por ellas mismas, Cristi y Jóse fueron las cocineras encargadas.

Los guías entraban y salían todo el día para llevar a los turistas a realizar sus actividades, había momentos en los que la lluvia caía, pero no representaba un impedimento para continuar, esta vez no fue así.

Todo Jalcomulco estaba en actividad, pasábamos por las calles y las personas caminaban para todos lados, comprando, trabajando, tomando fotografías. Desde el día que llegamos a Jalcomulco yo no había visto tantas personas en el pueblo y vaya que hemos recorrido las calles a todas horas todos los días, sin duda era un fin de semana extremo.

La hora de la comida llegó, algunos comieron aquí, otros se fueron a buscar algún restaurante, comedor, etc. Pasadas las 3 de la tarde ya estaban programadas otras actividades para los visitantes, no todos habían contratado a la empresa “Ecco Sports”, algunos se fueron con otros de los guías que también trabajan aquí en Jalcomulco.

Justo cuando nosotras íbamos llegando al hotel de las ocupaciones que también teníamos, iban llegando los demás equipos que salieron temprano; al mismo tiempo llegamos todos entre las gotas de agua que ya estaban cayendo con mas fuerza y había logrado que nuestra ropa y zapatos se mojaran notablemente.

Era la hora y el clima perfecto para el café, algunas galletas y panecitos estaban en la barra para ofrecerse a todos. No había mucho que hacer, solamente esperar a que la lluvia bajara mientras descansaban o unos se disponían a dormir.

Habíamos otros quienes teníamos planes un poco más divertidos, salir a pasear por el pueblo, tomar un café frío en “La cueva”, mirar las tardes lluviosas desde afuera, eso precisamente hicimos nosotras.

De regreso al hotel nos encontramos a un par de jóvenes que se hospedaban en “La villa”, parecía que ellos tampoco tenían planes así que los cinco caminamos un rato, nos detuvimos a platicar y convivir un rato para volver a la sala porque la música de “La disco” no nos convenció.

Llegamos a la mesas de futbolito y jugamos 5 partidos, también Ricardo y “Tles”, un guía de otra empresa y con quien ya habíamos platicado sobre el asunto de las presas unas horas ante, también jugaron un par de ellos, Alejandra solamente echaba porras. No tuve mucho éxito pero fue muy divertido y emocionante.

Nos quedamos un rato en la computadora mirando fotos y pasando cuentas para comunicarnos mas adelante con Richi y Erick nuestros nuevos compañeros.

Escuchamos que la música de La disco” se había puesto mejor y nos regresamos ya era un poco tarde pero entramos y ahí pasamos un rato muy agradable donde mas que baile fue mucha risa y convivencia entre las cinco personas que íbamos, por supuesto todo fue acompañado del bullicio de las personas del pueblo que también disfrutaban de la música del grupo en vivo “Descenso Musical”