10 de Julio de 2010
Un poco agotadas por el día anterior levantamos nuestras cosas ya que el hotel debía ser ocupado por un grupo de familias nosotras estuvimos todo el día ahí en el hotel pero la noche la pasamos en “La pizzería”.
Era día de fiesta, desde temprano la calle frente a “La villa” estaba cerrada con unas carpas, mesas, sillas, adornos florales y listones, se trataba del festejo de los 15 años de Yaremi, una joven que vive al lado.
También en “La villa” había más personas, las familias con los niños graduados empezaron a llegar y ocupar todas las habitaciones. También había huéspedes de la boda de Dario y Nidia, muy conocidos en Jalcomulco.
Un poco agotadas por el día anterior levantamos nuestras cosas ya que el hotel debía ser ocupado por un grupo de familias nosotras estuvimos todo el día ahí en el hotel pero la noche la pasamos en “La pizzería”.
Era día de fiesta, desde temprano la calle frente a “La villa” estaba cerrada con unas carpas, mesas, sillas, adornos florales y listones, se trataba del festejo de los 15 años de Yaremi, una joven que vive al lado.
También en “La villa” había más personas, las familias con los niños graduados empezaron a llegar y ocupar todas las habitaciones. También había huéspedes de la boda de Dario y Nidia, muy conocidos en Jalcomulco.
La cocina de “La villa” estaba ocupada por las cocineras que ya estaban trabajando para atenderlos a todos.
La lluvia empezó a caer y de forma tranquila todas las calles se llenaron de agua, nosotras teníamos pensado ir a “La pizzería” a comer un “Calzone” pero la lluvia parecía impedirlo, fuimos por nuestro impermeable y paraguas para poder llegar caminando hasta allá.
Íbamos por las calles con nuestro impermeable y paraguas para poder llegar caminando hasta allá.
Íbamos por las calles con nuestros plásticos de color azul, negro y rosa provocando que las personas nos miraran y algunas hasta se reían. Pero nosotras íbamos muy agusto, con los tenis empapados llegamos, dejamos nuestros impermeables en una silla colocada al lado de la puerta y pasamos a sentarnos. Pedimos nuestro “Calzone” y mientras los preparaban platicábamos con Gaby y Mario, los dueños de “La Pizzería” y de la empresa “Jalco Expediciones”, de lo que habíamos hecho el miércoles y jueves.
Después de comer pasamos a ver el cuarto donde dormiríamos y nos quedamos tan agusto que dormimos aproximadamente 2 horas.
Fuimos de vuelta al hotel, ya no estaba lloviendo, solo las calles húmedas.
La fiesta de la quinceañera estaba iniciando y desde la puerta del hotel miramos como portaba su vestido dorado con adornos café, sus guantes hasta los codos y su peinado con rizos adornando con unas flores, dos chambelanes de ropa color negro bailaban con ella una coreografía.
Los padrinos comenzaron a pasar, así como los demás chambelanes. Una mujer en el micrófono era quien iba nombrando a las personas que debían pasar a la pista, ella misma fue quien dijo algunas palabras dirigidas a Yaremi y a su familia recordándoles lo importante que es la familia y el esfuerzo que se hace para que todos juntos salgan adelante.
Después vino un mariachi y dedicó algunas canciones a la festejada. La quinceañera mostró algunos pasos de baile en una coreografía de merengue y después vino la comida; un poco mas adelante la música comenzó a subir de volumen, las luces y el humo recorrían las carpas y así fue hasta pasadas las 12 de media noche.
En la plaza también hubo “Disco” esta vez el cover fue de 30 pesos, ahora había más personas que la vez anterior pero afuera del lugar, carros estacionados en media calle, etc., una gran fiesta.
Quisimos ir de nuevo a “Gecko Bar” porque había música en vivo y el ambiente era más tranquilo, el cover ahí fue de 20 pesos, estaba un poco solo pero al poco tiempo fueron llegando más, estuvimos un rato, tomamos unas bebidas y después nos devolvimos a “La pizzería”, Gaby dijo que podíamos volver un rato más tarde así que después de dar una vuelta por las fiestas de Jalcomulco, regresamos para poder descansar de un agitado pero divertido día.
La gente se ha portado muy bien, son amables y buenos en su trato, desde los que conviven con nosotros más seguido hasta los empleados o personas que nos topamos en ciertos lugares, es un bonito lugar, con un clima hermoso y muchas actividades por realizar y experimentar.
Por: Paloma Herrejón de Hermosillo, Sonora (Universidad de Sonora)
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