Hoy fue un día tranquilo, nos levantamos un poco tarde porque en verdad necesitábamos descansar, como a las 11 de la mañana fuimos a desayunar casi comer, a un lugar que se llama “Doña Chela” quesadillas, tortas, jugos y licuados; ese fue nuestro desayuno.
Después estuvimos un rato reposando la comida, afuera de los cuartos en una hamaca y sillones, el calor comenzó a hacernos sudar y como el Sol estaba oculto tras unas nubes, nos metimos a la alberca un buen rato, ahí tomamos algunas lecciones de natación y respiración por parte de nuestra amiga Luisa, ella dice que sabe de eso jajaja, obviamente más que nosotras sí, creo que vamos bien porque tuvimos un notable avance.Ya había pasado tiempo como para ir a comer, nos bañamos y alistamos para buscar un lugar donde vendieran algo, paseamos un rato y después llegamos a “El Pequeño Cid”, un restaurante de 3 pisos donde se apreciaba una vista hermosa de árboles, río, cerros, aves, caminos y construcciones de Jalcomulco.
Pedimos tostadas, gorditas, chuletas, pollo, arroz y algunas bebidas naturales. Después conocimos una tienda de artesanías que está junto al restaurante con collares, pulseras, aretes, bolsas, adornos y decoraciones muy divertidas. También fuimos al puente de Jalcomulco, que significa: “Hoyo de arena” o “Barranca de arena”, atraviesa la anchura del río “Los Pescados”, antes llamado “Huitzilapan” que significa: “Río de colibríes”; tomamos algunos videos y fotografías, caminamos un poco y regresamos al camino, comimos algunas bolsas de frituras y bebidas, en el camino de regreso a nuestro hotel “La Villa” decidimos sentarnos un rato afuera a mirar pasar las personas del lugar.Nosotras mirábamos todo desde nuestra banqueta mientras comíamos el pan que una señora pasa vendiendo en su triciclo todas las tardes, estuvimos más tiempo afuera, no sabemos que tanto porque el tiempo aquí parece no importar mucho; pasaban varias personas, algunas saludaban, otras no, unas nos miraban, otras no.
Parece que el clima aquí siempre es caluroso y húmedo, entre los 28 grados; nada que ver con los 45 grados que estamos acostumbradas nosotras.
Cirenia es nuestra compañera de Oaxaca, con ella platicamos y conocemos de su estado, como la “Tlayuda” que comen regularmente allá; una especie de tortilla de maíz grande, con una con una textura crujiente que lleva dentro diferentes combinaciones como pueden ser verduras o carnes, acompañadas siempre con queso. Mientras, nosotras no podíamos dejar pasar la oportunidad de presumir nuestros burros percherones; estos hechos con una tortilla grande de harina de trigo enrollada que lleva dentro también diferentes combinaciones, pero aquí la carne de cualquier tipo es el ingrediente principal.Ya más noche vimos parte de una película en la sala, pero con sueño nos fuimos al cuarto y continuamos con las anotaciones del día, fotos y videos.
Fue un día tranquilo pero importante para conocer, adaptar y descansar.
Por: Paloma Herrejón de Hermosillo, Sonora (Universidad de Sonora)
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