Es hermoso, único, emocionante; así es Jalcomulco.
3 de julio de 2010Es hermoso, único, emocionante; así es Jalcomulco.
Hoy tuvimos un día muy emocionante, en la mañana ya sabíamos que tenia que ser un día ocupado, primero fuimos a desayunar pero ya era la 1:00 de la tarde, así que mas bien fue comida, volvimos a ir a Restaurante “El Pequeño Cid”, Cirenia no nos acompañó porque ella se levantó mas temprano, nosotras desayunamos chilaquiles, hotcakes y sincronizadas, jugo de naranja y malteada.Después volvimos al hotel y Alejandra nos consiguió una salida con unas personas que iban a hacer Tirolesa, fuimos con ellos corriendo porque ya estaban de salida, en el camino al lugar de la Tirolesa, en la camioneta íbamos llenando unas hojas de responsivas del seguro personal; me dio un poco de miedo cuando en la solicitud venían espacios en blanco para poner los nombres de las personas que querías dejarles tus pertenencias y el porcentaje de cada uno, fue un momento donde pensé que en realidad la actividad implicaba mucho riesgo, además, había varias líneas donde aceptabas que estabas bajo tu propio riesgo el sufrir alguna lesión, trauma o la muerte.
Guiados por un joven caminamos unos minutos para llegar al punto donde estaba “La Palapa” y las personas encargadas de colocarnos el “arnés” y los cascos especiales para la actividad. Aparte de nosotras 4, también iba un señor y su hija pequeña, ambos de Tijuana y 2 mujeres de Xalapa. Nosotros 8 íbamos por primera vez, ahí tomamos algunas fotografías y video. Las instrucciones eran muy claras, todos muy profesionales y amables en su trato.
Caminamos unos minutos mas hacia donde estaba la primera estación de Tirolesa, un cable de 50mt. de largo, la segunda de 100mt., la tercera de 150 mt., y la cuarta de 200mt. De largo y aproximadamente 50mt de altura; que es la más grande del estado de Veracruz, yo les advertí a mis compañeras y al guía que tal vez yo no me tiraba pero de todas maneras quería el equipo. Mientras, daba las explicaciones, como me pareció muy sencillo y no paso mucho tiempo cuando después de Luisa y Daniela, me preparé yo.Me pusieron una madera con una cuerda en la mano derecha que iba detrás de mi, con la mano izquierda iba tomando la cuerda que iba deslizándose también en el cable pero sosteniendo mi cuerpo, mis piernas iban en posición recta hacia el frente para no ladearme, la cuerda con la madera en mi mano derecha servia como reductor de velocidad pero no detenía el vuelo completamente; eso se usa al momento de llegar la final del cable o cuando pasábamos por árboles.
En el primer cable me aventé muy decidida, no tenia absolutamente nada de nervios, grité un poco al principio porque era demasiada presión y una altura que no imaginé estar; para empezar esa actividad, esa distancia y esa velocidad, eran ajenas a mi.
Le he perdido el miedo a varias cosas, eso es bueno, cada uno de nosotros cruzo los 4 cables, la última era la mas intensa porque atravesaba todo el río; pude voltear hacia abajo y mirar todo desde ahí.
Es hermoso, muy emocionante, único, así es Jalcomulco.
Después volvimos a “La Palapa” y nos quitamos el arnés, tomamos un poco de agua y entrevistamos a uno de los que venían con nosotros y acababa de realizar Tirolesa para saber su opinión respecto a la actividad y al pueblo.
Después seguía una visita al “Temascal”; un lugar como construcción pequeña en forma circular con una puerta y una banca dentro del mismo material, a un lado estaban las piedras calentándose en una fogata, las que se utilizan en la sesión del temascal. También hay barro y un té que se toma mientras están dentro; todo este proceso con la finalidad de purificar el cuerpo y el espíritu. La sesión dura alrededor de 40 minutos; eso fue lo que el encargado nos dijo, pero en otra ocasión será cuando podamos realizar esa actividad.De regreso llegamos a comer a “La Pizzería” y nos conectamos vía Internet para entrar en contacto con el mundo virtual, comimos y un poco después nos teníamos que ir porque las nubes y los relámpagos comenzaban a ser mas frecuentes.Gaby, una de las dueñas de “La pizzería”, nos invitó a caminar hasta un lugar llamado “La Gotera” y tal vez acampar un día de estos.
De vuelta a “La Villa”, empezó a lloviznar, no había nadie adentro así que estuvimos un rato hasta que llegaron los encargados, nos quedamos afuera de los cuartos documentando lo del día y disfrutando del aire fresco después de la lluvia.
Por: Paloma Herrejón de Hermosillo, Sonora (Universidad de Sonora)
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